Cerca del mar se encuentra el nuevo proyecto del equipo de Sagaseta. Un amplio dúplex que toma la naturaleza como inspiración, utilizando formas redondeadas y colores cercanos a los tonos de la tierra, y materiales naturales como la madera y cerámicas.
La paleta de colores infunde una sensación acogedora que invita al relax en cada espacio, diseñando así una casa serena y alegre que destaca por su calidez y sobre todo por su personalidad.
Dos espacios unidos por una escalera blanca en espiral crean un vínculo entre las zonas de estar, en un diálogo dinámico. Esta conexión no solo es un elemento arquitectónico escultural, sino también una experiencia visual que une los niveles de la casa de manera armoniosa.
La casa principal tiene un amplio salón comedor cocina que se abre al exterior a través de unos grandes ventanales, con un volumen de chimenea que separa las estancias. Tras una puerta corredera que refleja el salón se encuentra la zona de noche.
Al subir las escaleras descubrimos una sala de estar y cocina con preciosas vistas que conecta con una amplia terraza.
El ático se compone de dos volúmenes: uno que alberga la cocina y el salón, y otro destinado a la habitación de invitados.
Proyecto realizado en colaboración con
Verne Arquitectura
Fotografías realizadas por
Pablo García Esparza